sábado, marzo 10, 2007

¿Dos millones en Madrid? ¡Jo! ¿Y qué más?

Realmente ya me aburre un poco todo este asunto de De Juana y compañía. Ni el gobierno ni la oposición parecen estarlo manejando con inteligencia, aunque el PP lo hace un poco peor, si bien eso no parece molestar a su público. Ahora, en relación con las cifras que han dado de la manifestación de Madrid, se han pasado un montón.

La verdad, yo no estuve allí, sólo he visto las fotos de la prensa y las imágenes que han aparecido en el televisor, pero por otro lado hablo con una experiencia en manifestaciones probablemente mucho más extensa que la de la mayoría de los españoles. Siendo justo, debo confesar que esta experiencia es básicamente teórica pues creo que no voy a una marcha desde los 12 años. (Ya sé que la mayor parte de los cubanos se quejan de todas las veces que los obligaron a ir a una manifestación, pero eso es muy relativo. Yo diría que más o menos a partir del 91, y quizás antes porque yo cumplí los 12 en 1985, todo el que fue a una era porque creía en el sistema, o le convenía ir por razones personales más o menos justificadas así que disimulaba o padecía de un ligero delirio paranoico. La verdad es que por no ir no pasaba nada, y lo digo con la seguridad de alguien que se saltó todas las manifas importantes de su adolescencia y adultez, incluyendo las de Elián que coincidieron con el Festival de Cine, ¿serán frescos? Siempre había el idiota que te decía al día siguiente: "Ayer no te vi en la marcha." Mi respuesta fue siempre un calmado: "Qué casualidad, yo a ti tampoco." No insistían. Si la actividad era demasiado importante y presionaban un poco, mi solución era decir en la cuadra que iría con mi trabajo, y en el trabajo que iría con la gente de mi cuadra; no fallaba. Sé que los trabajadores de algunos organismos oficiales, o del turismo u otros sectores suelen tenerlo más complicado, pero en general los cubanos de a pie pueden eludir sin problemas ese compromiso, siempre y cuando no tengan aspiraciones de convertirse en presidentes del CDR, o que les dén algo por ser trabajadores destacados o cosas parecidas; pero ya se sabe, si uno aspira a algo, le toca sacrificarse.) Aún así, esa experiencia teórica creo que es más que suficiente, habida cuenta que han sido muchas las manifestaciones televisadas en mi país. (Vale, tampoco las veía enteras, pero pasaba por delante de la pantalla cada 20 ó 30 minutos; tampoco es que fueran tan entretenidas.)

Bueno, regresando a la manifestación de Madrid. La cifra que ofrece la Comunidad de Madrid el PP es 2.125.000 personas. Esas son muchas personas. El acta de la policía, citado por el gobieno, dice que 342.655. El periódico El Mundo por su parte propone 260.000, y los chicos del Manifestómetro, que son de lo más seriecito que hay por ahí, proponen entre 240.000 y 320.000. Una mirada por encima a las distintas cifras deja en claro que los muchachones de la Comunidad de Madrid necesitan trabajar el acápite verosimilitud a la hora de tratar de colar una mentira. Estoy dispuesto, por generosidad, a regalarles un par de cientos de miles, por la dudas. Ahora, ¡dos millones de personas! ¿Hablan en serio?

En algún momento del 2004 ó 2005, se produjo una manifestación en La Habana frente a la Oficina de Intereses de los Estados Unidos, en la avenida del Malecón. Una de tantas, ya ni recuerdo cuál fue la razón esa vez. A su favor, hay que decir que no incluyó discursos, lo que siempre es un alivio, sólo algunos niños y adultos histéricos con micrófonos arengando a los manifestantes desde el Protestódromo (la Tribuna Antimperialista José Martí en realidad, pero nadie le dice así). A esa marcha en específico asistieron alrededor de un millón de personas, realmente fue la más concurrida que haya visto en mi vida. Se inició a los ocho de la mañana cerca de la Oficina de Intereses y la gente se extendía desde allí hasta el Prado, que es donde se encuentra la entrada de la bahía, además de que se incorporaban varios miles de personas por las avenidas 23, Infanta y, si no me falla la memoria, Belascoaín. Para alguien que no conozca La Habana, esto no le dirá nada, pero en realidad es mucho terreno, mucho. La marcha fue interminable, los últimos manifestantes pasaron por delante de la Oficina pasada la una de la tarde. Y fueron sólo un millón de personas, más o menos. ¿Puede alguien imaginarse cuánto espacio ocuparían dos millones? ¿Cuánto tardarían en pasar en su totalidad a través de las calles por las que transitó la manifestación? Vamos, he visto marchas mucho más concurridas en la Plaza de la Revolución que ni de lejos alardeaban de acercarse al millón, y de alardear sabe mucho el gobierno cubano.

La verdad, creo que se les ha ido la olla, como dicen acá. Si de verdad piensan que con una mentira tan transparente van a convencer a alguien que ya no sea un converso total, pues bueno, yo no me meto. Pero dos millones de personas, ni en broma.

4 Comments:

Anonymous Anónimo said...

Yo también nacé en el 73... en Cuba, y vivo en España, aunque en Tenerife, que es África. Me ha gustado mucho tu blog, y tu postura. Un abrazo.

9:58 p. m.  
Blogger Lafuente said...

Recuerdo que en Cuba habìan "especialistas" en la televisiòn que sacaban la cuenta de la cantidad de manifestantes "a ojo de buen cubero" sobre la base de: personas por metro cuadrado... El PP podrìa hacerse de uno de estos especialistas... el intercambio se vale no? Un cirujano por un manifestògrafo...

10:37 p. m.  
Blogger pcbcarp said...

¡Aay, Gabriel...! No me digas que aún intentas encontrar algún tipo de racionalidad en las cifras. eso forma parte del folklore patrio. Bueno, racionalidad si que la hay: Da igual el número de personas que vayan a la manifa. Lo único importante es la firmeza con la que yo mantenga mi cifra por imposible que sea. Los míos van a defender a capa y espada que el que diga que han sido menos es un maldito rojo. Ya ves... así andamos (nuevamente) a estas alturas.

10:57 p. m.  
Blogger Gabriel Syme said...

Bueno, primero decir que he estado un poco perdido (y lo estaré un tiempo más) porque anoche el ordenador me dio un fallo (Windows) bastante original al parecer porque poco he podido encontrar en Google sobre el tema. El caso es que he tenido que reinstalar Windows, pero como tenía que salvar unos datos de C, lo hice sobre el anterior. Lo que implica que hoy he estado liberando espacio en mi disco externo para mañana pasar los datos que quiero salvar de C y formatear el disco como dios manda y reinstalarlo todo. De nuevo. No sé por qué tiene tanto dinero Bill Gates, en fin.

Gracias, Ileana. Bueno, contemporáneos, ¿no? ¿Cómo lo llevas? Tenerife estará bien, siempre es agradable vivir cerca del mar, más si es el Atlántico (el Mediterráneo no entusiasma tanto, no sé). Además, aunque son cálidas, dicen que tampoco son taaaan calientes en verano. ¿O sí? Y aunque las Canarias son más pequeñas, ya practicaste antes eso de vivir en una isla, seguro que se te dará bien.

No creas, Carlos, acá también tienen sus especialistas (los del Manifestómetro me parecen los más serios). El problema del asunto de las personas por metro cuadrado es que eso del metro cuadrado va de acuerdo con quien lo mida. Igual que las personas: vistos los números de algunos, pareciera que sólo asistieron las modelos rechazadas en la Cibeles por demasiado delgadas, lo que explicaría como lograron amontonarse tanto. Además, hay metros cuadrados más grandes y metros cuadrados más pequeños. Uno diría que no, pero acá saben mucho de terreno, créeme.

Bueno, maestro, todos tenemos nuestras limitaciones. La mía es tratar de actuar racionalmente de acuerdo con las circunstancias, siempre en la medida de lo posible. Luego, no me molestan las mentiras de los políticos, cuento con ellas, son parte del juego. Lo que no entiendo es que alguien diga una mentira tan obviamente inverosímil para cualquiera que no sea un incondicional. Ya sé que es bueno animar a la base política de uno, pero la idea de la manipulación y la propaganda, como humildemente la entendí siempre, era llegar a quienes aún no están convencidos o se nos oponen, pero sin demasiado entusiasmo (los incondicionales del otro bando son más difíciles de seducir). Para eso, una mentira plausible funciona mejor que una exageración tan transparente. ¿O no? Pero bueno, también es cierto que las clases políticas de cada país tienen sus prácticas folclóricas particulares, así que a lo mejor sólo me falta experiencia de campo, por así decirlo.

12:42 a. m.  

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